Atleta, jugador y entrenador atlético,
e internacional selección francesa

Manuel Anatol Arístegui,
(Irún, 8-may.-1903/17-may.-1990)

Anatol era natural del barrio irunés de Behovia, en la misma frontera con Francia. Sus padres regentaban una agencia aduanera en esa localidad, y allí nació Manuel.
Aun nacido en territorio español, heredó la nacionalidad francesa de su padre, que era vascofrancés. Destacaría desde niño tanto en el deporte como en los estudios, lo que unido al próspero negocio de la familia, le permitió cursar estudios de ingeniería en Bilbao y Madrid.

Como atleta era muy completo. Ganaría el Campeonato de España (en Getxo) de 100, 200 y 400 metros en 1923, con 11.8, 24.0 y 53.6, y sería campeón del 4 x 400. En 1922, igualaría en 200 metros el récord nacional (23.4, que tuviera hasta entonces el atleta guipuzcoano Diego Ordóñez desde 1920). Su marca en 100 metros fue 11.4 (1922).

En el verano de 1923, Anatol se proclamaría campeón de España de los 100, 200 y 400 metros lisos; así como de relevos 4x400m, integrando la selección guipuzcoana en los Campeonatos de España que se celebrarían en Guecho (Vizcaya).

Con posterioridad a este período dejaría la práctica del atletismo en favor de la del fútbol.

Tras jugar en diferentes equipos de fútbol, finalmente ficharía por el Athletic Club de Madrid, aunque en un principio se había comprometido con el Real Valladolid, por presiones de su familia, ya que este equipo era más adecuado para compaginar estudios y fútbol; además ejercería la doble función jugador-entrenador hasta la penúltima jornada.

Al año siguiente regresaría a jugar a Francia, hasta su retirada en 1935, con 32 años.

Desde 1925, se conocería en Francia que era un jugador seleccionable, al ser de nacionalidad francesa, aunque para poder ser convocado debería ser calificado por la Federación Francesa, y tal hecho no podría hacerse sin el permiso de la Federación Española, donde estaba el jugador inscrito. Hasta 1928, no se le permitiría jugar con Francia en partidos oficiales, sin que perdiera la nacionalidad deportiva española, poniendo como única condición que no podría enfrentarse a España.

En 1933, tras ser convocado de nuevo con Francia, le enviaría a la Federación francesa el siguiente telegrama: “He defendido con orgullo a la selección de Francia, y he defendido a Francia con las armas en la mano, pero el 23 de abril no lo haré. Contra mi Patria no juego”

GH

No hay comentarios:

Publicar un comentario